Día 3: En el tercer día del juicio, la declaración de la víctima fue tan contundente que las partes acordaron desistir con las declaraciones de testigos que estaban previstas y pasaron a cuarto intermedio para el día siguiente a las 10 hs donde van a declarar los acusados. Cabe destacar que debido al trabajo especial de contención realizado por el equipo de rescate y acompañamiento dado el temor que sentía la declarante, se pudieron garantizar las condiciones para que  declare otra de las presuntas  víctimas rescatada en el operativo. Por ello la misma se realizó durante la tarde y con el Edificio completamente vacío. Solo la presencia de los jueces, los abogados y los fiscales. Sin público, sin periodismo  y sin la presencia de los acusados.

Durante la mañana habían  declararon los agentes de Gendarmería Nacional que realizaron la investigación preliminar, el trabajo de escuchas y de incógnito, como así también quienes participaron del operativo de rescate. Las declaraciones de los gendarmes se realizaron, tanto en la sala de audiencias como por videoconferencia.

Los mismos pudieron dar detalles precisos y determinantes que confirmaron que se desarrollaba la actividad prostibularia en el Sheik. También demostraron cómo las mujeres en estado de vulnerabilidad eran captadas y trasladadas para tal fin.

La masiva presencia de mujeres en el público y acompañando a Alika en el juicio, con organizaciones como la Secretaría de Género de la CTA Autónoma de Tierra del Fuego, el sindicato docente SUTEF  y referentes de otras  organizaciones de género locales y nacionales,  fue determinante para contrarrestar el clima de atemorizante y de desprestigio hacia las víctimas que se  intentó crear con declaraciones mediáticas y algunas amenazas, claramente con la intención de quebrar la voluntad de las víctimas.

Día 2: En la tarde del día anterior, primer día de juicio, Alika Kinan declaró por 5 horas sin público y sin los acusados por recomendación del “Equipo de Oficina de Recate y Acompañamiento” para víctimas damnificadas por el delito de trata de personas.

En el segundo día se indagó a una ex empleada de la Municipalidad vía videoconferencia. La misma confirmó que la Municipalidad era responsable en  la habilitación y la actividad del local.

Además declaró una remisera, sin participación del público ni de los acusados.

También declararon empleados municipales que participaron del operativo de rescate.

En esas declaraciones quedó claro que la actividad de “alternadoras” era una figura especificada en las ordenanzas municipales para la habilitación de locales y trabajadoras. Quienes estaban registradas con esta figura debían realizarse ciertos controles médicos bajo el argumento de que trabajaban con bebidas y comidas en los locales nocturnos. Sin embargo, la libreta sanitaria que se les asignaba era específica y se diferenciaba de la otorgada a quienes trabajaban en restaurants o confiterías, por lo cual,  el control sanitario no tenía que ver con la manipulación gastronómica.

Luego se entrevistó mediante videoconferencia a uno de los psicólogos del equipo de rescate que participó en el operativo de rescate.

Por la misma vía presto declaró una funcionaria municipal de habilitación de locales comerciales.

“¿De qué voy a trabajar si yo no sé hacer nada?” fue lo que dijo una de las mujeres apenas unos días después del allanamiento. El tema es que, tal como lo demostraron las declaraciones de las trabajadoras estatales, el Estado no garantizó ningún tipo de asistencia posterior al allanamiento. El Estado Provincial, a cargo en ese momento de la Gobernadora Fabiana Ríos”, sólo ofreció una vivienda que ya estaba evaluada como inhabitable por las trabajadoras del mismo Ministerio de Desarrollo Social, las mujeres no fueron acompañadas en la inserción laboral, ni educativa. Cabe destacar que la ex Gobernadora hoy creó una corriente feminista llamada “La Ría”. Así, se terminó de demostrar que el Estado tampoco garantizó alternativas frente a la explotación prostibularia, incluso habiendo ya rescatado a las mujeres.

También declaró una Licenciada en Psicología que participó del operativo de rescate.

La misma detalló las malas condiciones en las que vivían las mujeres rescatadas, desorden, malísimas condiciones edilicias, suciedad, presencias de ratas, hacinamiento, poco espacio. “No había televisores ni fotos, ni portarretratos. Ninguna mujer puede vivir en esas condiciones, todas estaban signadas por situaciones de vulnerabilidad, todas signadas por historias trágicas de familia y eran sostén económico de las mismas, todas con formación muy escasa. El estado de vulnerabilidad era muy visible, no podían pensarse de otro modo. La falta de estudios las condicionaba, todas atravesadas por situaciones de riesgo, con mucho miedo de que las familias se enteren de cuál era su actividad”, expresó la licenciada.

Se refirió a las mujeres de nacionalidad dominicana específicamente: “Eran las historias más tremendas porque contaron las graves situaciones de  violencia en las que estuvieron, de las que tuvieron que escapar, siempre estaban atemorizados” indicó la psicóloga para añadir luego: “el impacto que genera en la identidad el cambio del nombre al ingresar al sistema prostibulario es un acto de suma violencia, aun cuando es por seguridad o protección de su nombre real”.

Luego se refirió al tema de cómo se ven las víctimas a sí mismas en ese infierno: “Reconocerse como víctima no sucede al principio en las mujeres en las que la violencia está naturalizada”

Luego volvió a remarcar las características de vulnerabilidad : “Son migrantes, la migración fue a través del endeudamiento,  sin estudios el factor económico es determinante, la condiciones en sus hogares fueron escenarios propicios para que se aprovechen de ello  los apropiadores”

El escenario social también fue descripto por la Licenciada: “Otro denominador común  es que todas anteriormente a su captación, habían sido trabajadoras precarias. En todas hay desarraigo y no tienen lugar de contención, todas residían en  el Sheik, por lo cual los apropiadores tenían un control constante”.

Luego declaró  Lucy Campos Alberque, acusada de ser presuntamente partícipe necesaria del delito de trata con fines de explotación sexual quien no aceptó responder preguntas, solo realizó un relato con la ayuda y guía del abogado describiendo la historia de su vida. Dejó sorprendidos a todos no solo por lo desgarrador del relato sino también  por la dualidad en la cual una persona presuntamente acusada de victimaria  presentara una declaración como víctima. Sin tener en cuenta esta dualidad como estrategia o no de la defensa,  la declaración corroboró de la imputada confirmó que existieron las condiciones de explotación que los proxenetas imponían  día a día.

Secretaría de Género. Secretaría de Difusión y Comunicación. CTA Autónoma de Tierra del Fuego

Fuente: gremialesdelsur.com.ar