El Estado es culpable e internacionalmente responsable ante Tratados de Derechos Humanos por no garantizar el más básico y elemental derecho como es a la vida humana. Porque la violencia contra la mujer es una ofensa a la dignidad y una manifestación vil de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres.

Porque hoy le tocó a Micaela. El acusado del crimen, Wagner confesó el asesinato. Tras  ser condenado por dos abusos sexuales  -con el agregado de una tercera denuncia que no pudo comprobarse-  y  tras el cumplimiento de las dos terceras partes de su condena  logró la libertad condicional, ordenada por el Juez Rossi, decisión que le costó la vida a Micaela.

Si bien el Código Penal en su Artículo 13 reconoce este Instituto de la libertad condicional, y es clara al expresar que  se podrá  obtener  por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social, bajo determinadas  condiciones, cabe preguntarse,  cuál es la finalidad de la pena para delincuentes sexuales?. ¿Quiénes son las personas que realizan  “La evaluación del riesgo” para que estas lacras humanas queden en libertad  -a sabiendas- de que la reincidencia sólo es cuestión de tiempo?

Un juez, al autorizar la libertad de abusadores sexuales, lo único que lo hace es convertirse en  cómplice de la futura “caza”, convirtiendo al Estado en Culpable, culpable por tolerar la perpetración a través de sus agentes, de la más cruel de las violencias que puede sufrir una mujer  y que en la mayoría de los casos, como en el de  Micaela, se transforman en Femicidio.

El dolor de tu pérdida se transformará en lucha Mica, y nos da las fuerzas necesarias para seguir en la búsqueda de Justicia.

Por las que ya no están, por las que seguimos, porque “VIVAS Y LIBRES NOS QUEREMOS”.

Secretaría de Género- CTA Autónoma de Tierra del Fuego.

Fuente: gremialesdelsur.com.ar