El acampe que mantienen desde hace semanas se desarrolla de forma pacífica sobre la vereda de la Municipalidad, sin interferir en su funcionamiento. Sin embargo, lejos de ofrecer diálogo y soluciones reales, el Gobierno municipal respondió con una ofensiva judicial. Ante un inminente nuevo desalojo ordenado por el Juez, las compañeras resisten.

La oferta salarial del Ejecutivo, de apenas un 5%, fue calificada como miserable por las trabajadoras. No alcanza para cubrir necesidades básicas y expone una vez más el abandono sistemático al que están sometidas. En lugar de una mesa de negociación seria, recibieron presencia policial y amenazas. La violencia institucional se expresa aquí con claridad: salarios que no alcanzan, condiciones laborales precarias, y represión contra quienes se organizan y luchan.

La Intendenta Zulma Neira y el Gobierno Provincial son responsables directos de esta situación. Su falta de respuestas, la ausencia total de empatía y la criminalización de la protesta configuran un escenario de violencia estructural que debe ser denunciado.

Mientras los discursos oficiales hablan de igualdad y perspectiva de género, en Los Antiguos hay mujeres trabajadoras acampando, resistiendo y exigiendo lo mínimo: dignidad, trabajo y un salario que permita vivir. La lucha de estas compañeras es también parte del legado del "Ni Una Menos", porque la violencia económica, laboral, institucional y psicológica también mata.

En lugar de operativos policiales, hace falta voluntad política. En lugar de desalojos, hace falta justicia social. Y en lugar de silencio, hace falta que el Estado escuche y actúe. Porque cuando la política fracasa, lo que queda es la resistencia organizada.

Las trabajadoras municipales de Los Antiguos no están solas. La dignidad no se negocia.

Prensa ATE Santa Cruz

Fuente: gremialesdelsur.com.ar