La cúpula de la CGT se reunió este mediodía y, pese a que en la previa no había mucho impulso para salir a la calle, se resolvió manifestar el próximo jueves 18 a Plaza de Mayo. También habría marchas en otras ciudades.

En la reunión también se resolvió profundizar la estrategia de tratar de "debilitar" la reforma laboral en el Senado, donde creen que están más cerca de conseguir los votos para trabarla.

La decisión de convocar a una movilización se da a pesar de que el Gobierno hizo un gesto a la CGT con la exclusión de un artículo en la reforma que apuntaba a eliminar la cuota solidaria, clave para la caja de los gremios.

El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, había empujado fuerte para que se elimine la cuota solidaria, que es una contribución que hacen los empleados que no están afiliados a los sindicatos.

Además, Sturzenegger quería flexibilizar la cuota de afiliación, un mecanismo que implica que los empleadores actúen como agentes de retención del sueldo que se deriva al sindicato. El texto final incluye una versión lavada en la que los empleados deberán dar consentimiento.

Este fue uno de los puntos más cuestionados de la CGT y el que habría provocado un supuesto enojo del jefe de la UOCRA, Gerardo Martínez, que lo llevó a retirarse del Consejo de Mayo. Algunos creen que fue un “acting”.

La decisión de atenuar los artículos que afectan a los sindicatos fue impuesta por el sector dialoguista del Gobierno contra el deseo de Sturzenegger. Previa a conocerse la convocatoria a la marcha del próximo jueves, el Gobierno mantuvo contactos con la CGT a través de Santiago Caputo y Diego Santilli.

Fuente: lapoliticaonline.com