25.02.2014  |  Nacionales  |  TIERRA DEL FUEGO – LEY 19640

Puja en el Gobierno Nacional por el régimen de promoción en Tierra del Fuego

El Ministro de Economía de Nación, Axel Kicillof comenzó a revisar el régimen de promoción industrial, porque objeta el enorme gasto fiscal que representan las exenciones impositivas. Especulaciones y riesgos por las posibles medidas a adoptar.
Una pulseada de creciente intensidad se dirime en el gobierno de Cristina Kirchner.
Según publica La Nación, el ministro de Economía, Axel Kicillof, comenzó a revisar el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, porque objeta el enorme gasto fiscal que representan las exenciones impositivas, de 18.000 millones de pesos anuales, y porque quiere evitar la salida de 7000 millones de dólares por año por importaciones de insumos de las fábricas fueguinas, que salen de las reservas del Banco Central.
El foco del conflicto es que el polo tecnológico de Tierra del Fuego, generado por el nuevo régimen de promoción de 2009, fue uno de los principales emblemas del modelo productivo de Cristina Kirchner y de la ministra de Industria, Débora Giorgi. El complejo productivo emplea a más de 13.000 personas.
Según confiaron fuentes de la Casa Rosada, Kicillof tropezó con el rechazo tenaz de la ministra de Industria, Débora Giorgi, que históricamente defendió esos incentivos como principal bandera de su cartera. "Ese bastión es de Débora y lo quiere defender. Pero Kicillof está fuerte y tiene el apoyo de Cristina", comentó una fuente de la Casa Rosada.
Todavía nadie adelanta apuestas sobre quién resultará el ganador de la pulseada. El conflicto trasciende lo económico y es político. "El gran temor es que se pierdan muchos puestos de trabajo y que se genere una crisis institucional que podría terminar con el gobierno de Fabiana Ríos", comentaron en Balcarce 50 quienes observan esta sorda disputa entre Kicillof y Débora Giorgi.
Pese a reiteradas consultas a los voceros de Economía, éstos no supieron responder sobre el futuro del régimen de promoción fueguino. Kicillof es en la actualidad el ministro de mayor poder del gabinete y el hombre fuerte de la economía. "Hoy la prioridad es bajar el gasto y cuidar los dólares", señaló un operador de Balcarce 50 de fuerte llegada a la Presidenta.
El conflicto impactó incluso en Tierra del Fuego. "Kicillof es como un mono con navaja", dijo la semana última el senador del Movimiento Popular Fueguino (Mopof) Jorge Garramuño. "El Gobierno ha perdido el rumbo", agregó.
La voluntad del Ministerio de Industria era crear gradualmente una red de proveedores locales de piezas de alta tecnología para sustituir las importaciones subsidiadas de insumos que luego se ensamblan. Pero el proceso resultó más lento de lo esperado y ello le quita argumentos a Giorgi en su pelea contra Kicillof.
En el Gobierno dicen que las alternativas que manejaría Kicillof son convencer a las armadoras y fabricas fueguinas de que se financien en el exterior para cubrir sus importaciones y quitarles paulatinamente la ayuda a quienes no puedan hacerlo, para evitar la fuga de dólares.
En ese caso, también se evalúa, podrían dejar de autorizar las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones (DJAI) a aquellas empresas que no se financien en el mercado internacional. Esas autorizaciones son resorte del secretario de Comercio, Augusto Costa, mano derecha de Kicillof. Además, se baraja la posibilidad de que se retiren directamente, en forma parcial, los beneficios a las importaciones.
En ese sentido, el senador Garramuño, ex intendente de Ushuaia, afirma que Kicillof "se mueve por circunstancias momentáneas y toma cualquier tipo de medida, no hay plan de corto, mediano y largo plazo con respecto a la economía".
Si se concretara, la medida podría causar también críticas internas en el Gobierno. El ministro de Economía más heterodoxo que tuvo Cristina Kirchner debió afrontar en pocos meses el costo político de una devaluación, una galopante suba de precios, la suba de tasas de interés y la absorción de pesos, todas medidas ortodoxas que implican un ajuste y un enfriamiento de la economía y el consumo.
Además, en la militancia kirchnerista comenzó un fuerte debate sobre otras banderas que debe abandonar Kicillof. El miércoles, Repsol aprobaría la oferta argentina de indemnizarla por 5000 millones de dólares por la expropiación de YPF, algo que el ministro había asegurado a la Presidenta que no sería necesario y que era la empresa la que debía pagarle al país.
También Kicillof encabeza las negociaciones para acercarse al FMI y firmar un plan de pagos con el Club de París para obtener financiamiento internacional.

Fuente: iprofesional.com

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