13.07.2011 | Nacionales |
CRISIS INTERNACIONAL: La OIT destaca respuestas de la Argentina
Las respuestas políticas dadas por Argentina frente a la crisis financiera desatada a nivel mundial "han sido auspiciosas en cuanto a sus resultados", destaca un análisis realizado por Fabián Bertranou, especialista en Mercado de Trabajo y Protección Social de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
La evaluación realizada por el funcionario de la sede local de OIT resalta que "la economía ha respondido fuertemente" a las medidas adoptadas.
Bertranou sostiene a la vez que se avanzó en materia de "respeto a los derechos laborales, generación de empleo decente, fortalecimiento y ampliación de la protección social, y ejercicio del diálogo social".
El funcionario de la OIT confió en que el próximo programa de trabajo decente nacional en la Argentina para el período 2012-2015 "permita consolidar y profundizar" la situación y afrontar los "numerosos desafíos que van más allá del corto plazo".
Bertranou destaca que tras el período crítico, iniciado en 2008, en la Argentina continuaron operando las instituciones laborales, mientras se impulsó una "política activa de recuperación del salario mínimo y del salario promedio, en el marco de negociaciones colectivas".
Del mismo modo, se mantuvo la negociación colectiva y, junto con las pautas salariales, sindicatos y empresas "acordaron cláusulas destinadas a amortiguar el impacto de la crisis en los sectores y las empresas más afectadas".
El especialista de OIT añade que se reforzaron igualmente "las políticas y programas de sostenimiento de empleo y de protección de ingresos de las familias vulnerables".
"Esto permitió minimizar el impacto de la crisis en la destrucción de puestos formales de trabajo, como también priorizar la asignación de recursos en las familias con hijos con escasa protección social", sintetiza Bertrnou.
Agrega que la "veloz recuperación económica" fue acompañada por "una rápida recuperación del empleo, que permitió minimizar ciertos costos económicos y sociales vinculados al desempleo (en especial el de larga duración) y motorizar la demanda doméstica".
Entre las políticas adoptadas a partir de 2009, Bertranou menciona la ampliación del esquema de asignación universal por hijo (extendido en mayo pasado a embarazadas).
Señala luego el programa Argentina Trabaja, de organización a través de cooperativas) dirigido a grupos vulnerables, con más de 200.000 beneficiarios en 2009-10.
Bertranou también consigna el impacto del régimen de regularización impositiva, promoción y protección del empleo registrado, y repatriación de capitales.
Esta norma permitió regularizar deudas vencidas o infracciones en el pago de impuestos y obligaciones de la seguridad social; alentó el blanqueo de empleo no registrado; y bajó aportes a la seguridad social por los primeros 24 meses de una nueva relación laboral.
Bertranou resalta, por otra parte, la creación del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que eliminó el pilar de capitalización individual, y la sanción casi paralela de una ley de movilidad de las prestaciones jubilatorias.
Remarca luego la puesta en marcha de los Repro, ayudas destinadas a brindar subsidios sobre la nómina salarial para trabajadores de empresas del sector privado en situación de crisis.
El Repro cubrió a más de 250 mil trabajadores en 2009-10 y, junto con el Procedimiento Preventivo de Crisis, "permitió el sostenimiento del empleo formal".
El seguro de desempleo, en tanto, cubrió a otros 243.000 trabajadores en ese mismo bienio; mientras el seguro de capacitación y empleo abarcó a 290.000 con acciones de formación y prestaciones monetarias; y el plan Jóvenes con Más y Mejor Trabajo asistió a unas 120.000 personas en 2009-10.
Bertranou subraya además la mayor capacidad institucional del Ministerio de Trabajo para llevar a cabo inspecciones, y el desarrollo de acciones para detectar empleo en negro y la regularización de la situación de trabajadores no registrados.
Al margen de esos avances, el experto de OIT señala por último que "persiste el desafío de aumentar la cobertura de las políticas activas de empleo, adaptar los programas de formación a las necesidades del sector productivo, y consolidar los avances en materia de política laboral".